19 marzo 2021

El ecofeminismo en el siglo XXI: un proyecto político

 

FEMINISMO

El feminismo es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII -aunque sin adoptar todavía esta denominación- y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que han sido y son objeto por parte del colectivo de hombres en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquella requiera.

Feminismo premoderno: La Ilustración nos introdujo en el pensamiento de igualdad entre los sexos.

Feminismo moderno: Arranca con la obra de Poulain de la Barre y los movimientos de mujeres y feministas de la Revolución Francesa, para resurgir con fuerza en los grandes movimientos sociales del siglo XIX.

Feminismo contemporáneo[1]: Neofeminismos de los años sesenta-setenta: feminismo liberal[2], feminismo radical[3], feminismo socialista[4].

Feminismo de la diferencia: El feminismo radical estadounidense habría evolucionado hacia un nuevo tipo de feminismo para el que utiliza el nombre de feminismo cultural. La evolución radica en el paso de una concepción constructivista del género, a una concepción esencialista. Surgen escisiones y aparece feminismos que se autoproclaman defensores de la diferencia sexual. De ahí, su designación como feminismos de la diferencia frente a los igualitarios.

Primera Ola: Movimiento Sufragista. Siglos XVIII-XIX. “Sin derechos civiles para las mujeres no hay revolución”.[5]

Segunda Ola: 2ª mitad del S. XIX - Primer tercio del S. XX: “Sin derechos políticos para las mujeres no hay paz ni democracia”.


Tercera Ola: Segunda mitad del s. XX y comienzos del XXI “Sin derechos sociales para las mujeres no hay derechos humanos ni justicia.” El Feminismo de los ochenta se centra en el tema de la diversidad de las mujeres. Se caracteriza por criticar el uso monolítico de la categoría mujer y se centra en las implicaciones prácticas y teóricas de la diversidad de situaciones de las mujeres que afecta a las variables que interactúan con la de género, como son el país, la raza, la etnicidad y la preferencia sexual y, en concreto, la aportación realizada por mujeres negras.[6]

Cuarta Ola: Transfeminismo, teoría queer, movimiento femen, activistas en las redes y en países sin tradición feminista,…


ECOFEMINISNO

El ecofeminismo, un 'nuevo término para designar un saber antiguo', se desarrolló a partir de diversos movimientos sociales --los movimientos feminista, pacifista y ecologista-- a finales de los años 70 y principios de los 80. Aunque la primera que utilizó el término fue Françoise d'Eaubonne, éste sólo se popularizó en el contexto de las numerosas protestas y actividades contra la destrucción del medio ambiente, iniciadas como respuesta a los repetidos desastres ecológicos.


"El ecofeminismo es un movimiento que ve una conexión entre la explotación y la degradación del mundo natural y la subordinación y la opresión de las mujeres. Emergió a mediados de los años 70 junto a la segunda ola del feminismo y el movimiento verde. El ecofeminismo une elementos del feminismo y del ecologismo, pero ofrece a la vez un desafío para ambos. Del movimiento verde toma su preocupación por el impacto de las actividades humanas en el mundo inanimado y del feminismo toma la visión de género de la humanidad, en el sentido que subordina, explota y oprime a las mujeres". De la introducción de "Feminismo y Ecología", por Mary Mellor, New York University Press, 1997, p.1

Ecofeminismo constructivista.

El ecofeminismo constructivista ha insistido en el carácter histórico, construido, de la racionalidad dominadora patriarcal. En las sociedades patriarcales, a raíz de la opresión de la mujer y la aparición de los roles de género, se crea un marco conceptual a nivel cultural (valores, creencias, actitudes…) que funciona como una lente a través de la que todas las relaciones de dominación y subordinación se ven como legítimas. Estas relaciones acaban reproduciéndose en todos los demás sistemas. Es decir, las personas que son educadas en un rol de dominio e interiorizan como valores el machismo, la violencia, la competencia, el poder, el abuso o el egoísmo; tienden a reproducir y normalizar estos valores en su trato con el mundo y en todas las actividades que emprenden. 

No podemos obviar que existen muchas formas de patriarcado, y no todas se encuentran en la misma fase de desarrollo, pero a largo plazo el patriarcado engendra el desarrollismo, y éste a su vez trae consigo la crisis ecológica. Desde esta visión constructivista, transformadora e integradora, nuestras reivindicaciones incluyen el empoderamiento de las mujeres y la superación de los roles de género para crear una sociedad pacífica, equitativa y sostenible que garantice una vida mejor tanto para la humanidad como para el resto de los seres vivos del planeta.

Alicia Puleo: “No creo que las mujeres tengan una misión naturalmente predeterminada, sino que hombres y mujeres somos naturaleza y somos cultura. No hay una ecologista en toda mujer. Nuestra posición en la sociedad y nuestra historia como género socialmente construido explican en gran medida la actitud de cuidado de la vida”.


El ecofeminismo CRÍTICO propuesto por Alicia Puleo puede considerarse una forma no esencialista de ética ambiental relacionada al género.


Ecofeministas: Petra Kelly, Vandana Shiva, María Mies, Alicia Puleo,...


IDEA 1: El MODELO MACHISTA está en la esencia del CAPITALISMO que se basa en la VIOLENCIA Y DESTRUCCIÓN de la riqueza INTELECTUAL y MATERIAL hacia la NATURALEZA como PRODUCTORA y hacia las MUJERES como EXPERTAS.

 

FUNDAMENTO DE LA IDEA 1:

“El Premio Nobel de Economía en 1987, en Estocolmo, fue concedido a Robert Solow por su teoría del crecimiento basado en la posibilidad de prescindir de la naturaleza que establecía que: El mundo puede, en efecto, progresar sin recursos naturales, por lo tanto, el agotamiento es sólo un acontecimiento, no una catástrofe.

El Premio Nobel Alternativo que fue instituido para la visión y la tarea que contribuyen a hacer la vida más integra, recobrando la salud de nuestro planeta y mejorando la humanidad, galardonó a las mujeres del movimiento Chipko quienes había proclamado con su actuar que la naturaleza es indispensable para la supervivencia. El modelo masculinista de progreso vendido es el del dinero y del capital sobre la base de la destrucción de otros tipos de riqueza como la producida por la naturaleza y las mujeres.

Ambos premios son elocuente expresión de dos concepciones en puga.

“Las categorías de desigualdad de género que tuvieron su origen en el Siglo de la Luces están siendo impugnadas en todo el mundo por ser las de un proyecto especial de un estrecho grupo de tecnócratas occidentales que excluyeron a todos los demás grupos de la producción de riqueza intelectual y material, pero los incluyeron en cambio para que compartieran el mito que consiste en ver la destrucción de la naturaleza y la subyugación de la mujer como progreso”.[7]

CONCLUSIÓN DE LA IDEA 1

El progreso o el crecimiento económico no puede consistir en la destrucción de la naturaleza y en la subyugación de las mujeres como progreso.

Por ello, cualquier toma de decisión no puede ser un proyecto de un grupo reducido de hombres ni solo de especialistas, sino que deberá partir de toma de decisiones comunitarias respetuosas con la sostenibilidad de la biodiversidad y los ecosistemas. 

Las mujeres y la naturaleza somos fuente de RIQUEZA intelectual y material.

El cuidado de las personas y de la naturaleza pasa por la PAZ.


IDEA 2: LAS CATEGORÍAS REDUCIONISTAS DE LA ECONOMÍA QUE REDUCE TODO AL VALOR DEL TRABAJO Y REGISTRA SOLO LAS ACTIVIDADES Y PROCESOS QUE SE PUEDEN CONVERTIR EN DINERO E IMPICAN TRANSACCIONES COMERCIALES POR DINERO.

 El sistema económico mundial, conducido por el capitalismo comercial, ha creado una riqueza rápida a través de la especulación efectuada a expensas del futuro y de las personas empobrecidas.

Los Países del Sur, entre 1973 y 1982, cayeron en la trampa del endeudamiento, recibiendo préstamos (bancos transnacionales e institucionales financieras, entre ellas el Banco Mundial y el FMI) con la sola finalidad de pagar los intereses de préstamos anteriores.[8]

Hoy la riqueza no nace del intercambio de mercancías sino del pago de intereses a un sistema monetario. Ruth Sidel dice que cuando las economías del mundo, regidas por la economía masculinista de la riqueza, comienzan a derrumbarse “las mujeres y los niños van a ser los primeros, pero no en salvarse, sino en caer en el abismo de la pobreza”.[9]

CONCLUSIÓN DE LA IDEA 2

 Sólo el trabajo pagado produce valor en el capitalismo comercial y financiero

 Ignora la dependencia del ser humano con el mundo natural.

Genera la ideología de la división por género del trabajo: las tareas de las mujeres son consideradas carentes de valor económico. Así, aparece la dicotomía basada en los géneros de trabajo: productivo y no productivo en base a criterios del mercado.

Las tareas de cuidados constituyen el fundamento mismo del sustento y el bienestar, no están asignadas a un género. 

Las luchas ecológicas de las mujeres sitúan nuevamente en el centro de la historia humana el interés por la vida y la supervivencia; además, enfatizan la recuperación de la tierra como sustentadora y proveedora.  

 


IDEA 3: UNA NUEVA FORMA DE VIDA SOSTENIBLE COMO PROYECTO PERSONAL Y DE CIUDADANÍA: BUEN VIVIR

El Buen Vivir es una alternativa para la idea del desarrollo. Es un concepto de bienestar colectivo que surge por un lado del discurso postcolonial, crítico al desarrollo, y por otro lado de las cosmovisiones de los pueblos originarios andinos. El Buen Vivir o Vivir Bien es una visión ética de una vida digna, siempre vinculada al contexto, cuyo valor fundamental es el respeto por la vida y la naturaleza.

La naturaleza no es un objeto, sino un sujeto y no solo las personas sino todos los seres vivos son contemplados como miembros de la comunidad. Se puede ver como una reacción contra la materialización.

Los valores de la vida no se pueden reducir a meros beneficios económicos. Pesan más otros principios y otras formas de valorizar y darles sentido. También en el núcleo del Buen Vivir están los derechos de las comunidades a vivir según su modo tradicional. El intelectual decolonial argentino Walter Mignolo habla de las posibilidades pluriversales de identidades locales y comunitarias de vivir en armonía en vez de en un estado de competencia.

A diferencia del desarrollismo que tiene como fin cambar las realidades de los demás, se trata de la coexistencia de varios mundos. Aunque los pueblos indígenas, desde el punto de vista de las estructuras de poder, han sido considerados inferiores … han logrado sobrevivir y mantener su autonomía e independencia en relación con la sociedad capitalista actual.

 

“La revolución no se ha anunciado para la semana que viene. Pero se trata de una marcha decolonial, epistémica, política, económica y ética incuestionable e imparable hacia el futuro.”

 



[1] Simone de Beauvoir: El segundo sexo (1949). Betty Friedan: La mística de la feminidad (1963).

[2] El Feminismo Liberal propició la creación en 1966 de NOW en el que participó Betty Friedan. Se caracteriza por definir la situación de las mujeres como una de desigualdad -y no de opresión y explotación- y postula la reforma del sistema hasta lograr la igualdad entre los sexos.

[3] Política sexual de Kate Millet y La dialéctica de la sexualidad de Sulamit Firestone. estas obras acuñaron conceptos fundamentales para el análisis feminista como el de patriarcado, género y casta sexual. “Lo personal es político”. En el manifiesto fundacional de las New York Radical Feminist (1969), Politics of the Ego, se afirma: “Pensamos que el fin de la dominación masculina es obtener satisfacción psicológica para su ego, y que sólo secundariamente esto se manifiesta en las relaciones económicas”. El Feminismo Radical se organiza en grupos de autociencia.

[4] Feministas socialistas son Sheyla Rowbotham, Roberta Hamilton, Zillah Eisenstein y Juliet Michell. El género y el patriarcado son las categorías que vertebran sus análisis de la totalidad social.

[5] https://politicacritica.com/2015/07/27/las-olas-del-feminismo-la-lucha-de-las-mujeres-por-la-ciudadania/

[6] http://mujeresenred.net/spip.php?article1312

[7] Shiva, Vandana (1988): Abrazar la vida. Mujer, ecología y desarrollo (supervivencia), cuadernos inacabados nº 18, horas y HORAS la editorial, segunda edición 2004, p.p. 278-279.

[8] https://re.positorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/36761/1/S20131019_es.pdf, consultado el 18 marzo de 2018.

[9] SIDEL, Ruth escribió Women and Children Last. Para conocer a la autora podemos conocer su biografía y obra en http://keywiki.org/Ruth_Sidel

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